En el Último Cuarto Hay Son, Luis Carbonell Ha muerto en los arrabales Pedro José Encarnación Lo viro una puñalada que le atravesó un pulmón Fue en vida, hoy en velorio, Pedro José Encarnación En la rumba el más notorio, y chévere en el danzón Una caja negra y fría, con una placa que reza Pedro José Encarnación Guardó los restos mortales del chévere del danzón Su cadáver fue cubierto con el paño de Chango Los hombres y las mujeres hicieron guardia de honor Así se empezó a velar el che José Encarnación En la sala de un solar del viejo barrio Colón. Ya casi de madrugada, los cirios languidecían Sobre el féretro sombrío del che José Encarnación Y la gente comentaba, con mucha preocupación Cómo hacerle un homenaje al que fue el rey del danzón De pronto dijo una joven que acompaño a Encarnación Como pareja de rumba, toda llena de emoción "Propongo como homenaje que organicemos un son Y así velamos el cadáver, de acuerdo con los principios De su alegre profesión" Uno a otro se miraron, Alguien trajo café y ron Bebieron todos a un tiempo y acordaron dar el son Un deudo se fue al traspatio buscando dónde bailar Y allá en el último cuarto se empezó a repiquetear Los concurrentes bailaban en el fondo del solar Y en la sala estaba el muerto con sus velas y su altar. El guateque iba en aumento, repiqueteaba el congó Y alguien dijo "Caballero, toque más bajito el son No olvide que esta tendio Pedro José Encarnación Dirán que es una herejía bailar así en un velorio Pero que quieren si el muerto era un rumbero notorio La gente seguía llegando, compungida de dolor Le hacían guardia al cadáver Lloraban con efusión Y entonces uno venia y al oído le decía con marcada discreción Pss "cuando termine su guardia y llore a Che Encarnación, Vaya al fondo compañero que en el último cuarto hay son.