En la barca del sol que se acuesta Nos subimos cual diestros marinos A viajar por la noche estrellada A buscar aquel libro perdido hace años Con dibujos de pájaros libres Con la copa abundante de amores Como peces jugábamos juntos Sin culpa ni errores de gran importancia En la proa una rosa de viento, En el alma una espada y un cáliz, Y una esfera de luz que cobije los sueños Que tu y yo sabemos son ciertos. Las celestes moradas ocultas, Nos revelan al gentil arquitecto Que rayó estos jardines perfectos Que son nuestra cuna y destino final Si el temor nos acecha, unamos las manos Con las de otros que ya lo anunciaron, Que son muchos donde la esperanza sembró Ese día añorado por tantos En que caiga la cruz y reviva el milagro. Es tan bueno estar junto contigo, En la nave que surca estas aguas. El timón y la rosa sin siquiera tocarlos Nos llevaron seguros a puerto. Que despiertes mi bien y no olvides Que esta barca sigue navegando Por el libro y por tu corazón, Que son nuestra cuna y destino final. Que despiertes mi bien y no olvides Que esta barca sigue navegando Por el libro y por tu corazón, Que son nuestra cuna y destino final.