Sin dudar, lo vi entregar La postal, con la verdad De la miseria escondida Del padre con su bebida. Al pasar, mi asiento va Sin piedad y sin bondad Pidiendo alguna moneda Pensando alguna tarea Equilibrando sus piernas Lidiando contra la inercia Y sin pesar en su suerte Escapo por la alameda La intención no es molestar Es pedir a voluntad Una moneda perdida Una sonrisa sentida Una caricia encendida La mesa con la comida Y aguarda espesa la noche Le da de golpes la vida En la frenada su muerte En su niñez una herida Mi mano que se contrae Tacaña mano sin vida Los dioses pongan sus voces Hagan sanar esta herida