Le ví por la calle, Pasó por mi lado, Me dijo un requiebro Que fue de mi agrado. No quise mirarle, No fuera a zararle. El me dijo: ¡Vida! Si usted me quisiera Igual que en la gloria Quizás que viviera, Y yo ruborosa Me puse orgullosa. Sus ojos en mí, Se fijaron con tal fuerza en el mirar, Que entonces sentí Una cosa muy difícil de explicar. Más que iba yo hacer Si se echala facilmente la mujer, Pero el caso que no tuve reflexión Y le dí mi corazón. Loquita de gozo Al verme adorada, Sin darme yo cuenta Ya estaba colada. Porqué me decía Que se derretía. Sus ojos morunos, Un poco entornaos, Quedaban en mi alma Con fuerza clavaos. Y así como loca Decía mi boca: ¡Por Dios mírame! Mírame poquito a poco por favor, Que quiero saber Si es verdad que tú me quieres como yo. Repite que si, Que no quieres a ninguna más que a mí, Y si dices tu que si ya verás Si te quiero de verdad.