Neña, que sube la escalera Contando los pasos, quitándose un peso y dejando un amor. Y cruje la madera, llorando un poquito en cada escalón. Vas viendo el final, donde la soga espera, Mientras ellos gritan que por amarle pecaste y robaste. Neña, sentada en un banco Dejando que miren de pies a cabeza y murmuren muy bajo. Y miras tus manos, las juntas intentando pedir perdón. Se les oye decir: "¡Quién te manda neña!", Mientras ellos gritan que, por amarle pecaste y robaste.