Hoy ha empezado a correr Con sus nuevos pulmones, con sus viejos pies. Atravesando las calles, llorando en las cuestas, Gritando al caer. Te saludó con la mano y te dijo que hoy te llamaba Y reíste al verla y pensaste: "Lo ha vuelto a intentar". Pasó frente a la casa de un viejo amante y Cogió mucho aire y gritó: "¡Me engañaste, lo sé!" Hoy ha empezado a correr Con sus nuevos pulmones, con sus viejos pies. Atravesando las calles, llorando en las cuestas, Gritando al caer. Y de reojo buscaba entre casas un nuevo hogar, Al que pueda llevar su maleta y su olla de asar. Y en la última calle él había escrito que aún la quería, Pero ella no lo vio, Pero ella no lo vio.