Desde un principio cuando éramos microbios Y ahora somos máquinas letales. Fuimos disolviéndonos, perdidos en el tiempo Y ahora tiemblan y rezan por el aire. La desesperada espera, espera, por el fin. El cómo y cuándo, y no sabemos dónde. Oda a los animales Que viven este tiempo feróz. Van corriendo al precipicio, Cayéndose en un lento espiral. Fui creciendo, transformándome. Con el tiempo, fui volviéndome inmortal.