Tus caderas se menean y me llevan a la exaltación. Tu mirada me deslumbra y me contiene la respiración. Tienes todas las virtudes para hacerme caer, y todas las potencias para ponerme a arder, otra vez. Otra vez. Yo desvío mi mirada para ahuyentar la tentación. Tomo un trago y mucho hielo para bajar la calefacción. Pero entonces me volteo y tu estás junto a mi, sonriendo y provocando mi deseo hacia ti otra vez. Otra vez. Tu eres mi fruto prohibido mujer, El Fruto Prohibido. Hay algo que me dice que no debo caer, pero otra cosa dice que lo tengo que hacer otra vez. Otra vez. Te me acercas de repente y me preguntas si quiero bailar. Tomo un trago no me niego y me pierdo en tu caminar. Es entonces cuando tu me quitas todo el control, con esos movimientos y tu boca de alcohol otra vez. Otra vez. Tu eres mi fruto prohibido mujer, El Fruto Prohibido. Hay algo que me dice que no debo caer, pero otra cosa dice que lo tengo que hacer otra vez. Otra vez. Es que hay algo que me dice que no debo caer, pero otra cosa dice que lo tengo que hacer otra vez. Otra vez. Aquí vamos otra vez.