Me cruzaste de la mano y me nacieron dos antenas Y mientras fotografiaba, sin que nadie nos viera Se posaron tus deditos, como rana en mi espalda No sabía si moverme, si dejarme acariciar Me hacen falta las caricias, en estas horas de mar Y un brazo invisible, me salió de la pared De la piel de mi espalda, que está extraña de querer Se me estiraban los brazos y de allí desde esa piel Me salía una y una, largas manos a la vez Y de pronto tenía ocho y estaba al redor de ti Y fue justo cuando con dolor lo decidí Que no podía continuar en tan escueta canción Que tus brazos y los míos hacían una ovación De cariños que no pueden, por favor hazme el amor Dame toda la energía que necesito un favor Para recuperar algo de lo que se echo a perder Y vivir ya paso a paso con mi cría y su querer Fuerzas para entender que no necesito mucho más que a mí Me escribía Perkins Gilman, sutilmente en su tapiz Y trepé por las paredes, llegué al techo, te perdí Se me amarilló de pronto, cierto trozo de nariz Cuando mire hacia mi arriba, te vi abajo a mis pies Y en la tez se me veía, amarillo de tu piel Y fue ahí que decidí, manos déjenlo salir Y dejar que el aire cubra este mítico jardín Se llenó de aire el bar y luego casi no te vi Y ya cuando regresaste ya todo resuelto al fin Pero que noche más loca y que linda a la vez Descansar en cuatro notas que yo misma me inventé Tener alas, volar alto, de la barra a orinar Y lograr al fin callarte y a tus manos trasladar Te doy gracias hoy por tanto, por aquel viejo lugar En el que con mis antenas, nos logramos conectar En el que una araña dulce por amar salió de mí Y me convertí en insecto, como Kafka en frenesí