Quise aprender los lenguajes secretos El de la sombra, el del halcón Quise enseñarte los momentos quietos Tu pensamiento es también tu prisión Quiero ver tus ojos caer Quiero ver tu sangre correr Con la pureza del salto al vacío Ojos abiertos en la tempestad Siento en tu frente el beso del frío En tu descenso encontraste verdad Quiero ver tu cuerpo ceder Quiero ser tu oscuro placer Cuando el universo devore mi carne Cuando sus torrentes colmen mi ilusión Quiero ver tu voz renacer Quiero hoy volver a creer