Aún golpeo las puertas de lo sobre natural Aún deseo fundirme con la noche Aún encuentro bello al humano animal Todo intensidad sin reproches Aún vago por los vastos desiertos de mi mente Aún busco un lugar consagrado Para poder sumergirme en pálidas fuentes Y emergen en eternos prados Yo nací en la vorágine de un mundo fantasmal Me atraganté de frutos prohibidos Entre ruinas me arranqué la piel del hogar Conozco infiernos exclusivos Yo pertenezco al rebaño del ciclón Entre los campos arrasados Bajo la bruma se levanta el telón Y entro en los reinos encantados En el centro de tormentas Donde reina el silencio Mi mirada triste y muerta Atraviesa universos Camaradas de ruta habidos de paraíso Con amarguras entrañables En el fin del mundo todo es presa del hechizo Aún reina lo inalcanzable