Hasta que puedas separar el dolor de La herida que deja el sonido intenso Y los gritos ahogados, las trampas para sangrar. Hasta que puedas seguir fingiendo, Diciendo que nada es cierto. Yo lo siento y acierto mis balas a la verdad. Y me pongo a sus pies, Pues el hijo del Rey ha muerto. Y ha caído en las manos de su propio hermano. Y ha caído en las manos de su propia sangre. Yo sólo quiero enterrar, enterrar su cuerpo. Ya no quiero llorar mis muertos. Y fingir que no sé Que todo el dolor se va a transformar en venganza. (Venganza) venganza, (Venganza) venganza, (Venganza) venganza. Y ya no puedo separar el dolor de la herida que deja el sonido intenso De la espada que han desenfundado para matar. Hasta que puedas seguir fingiendo que todo esto ha sido bueno, Y son sólo asesinos los que han arrojado al mar. Y dicen que es locura lo que me tiene así, Limpiando un cuerpo frío, gélido, Aunque más gélido por dentro está aquel que Atenta contra la vida de su propio hermano, Y se justifica en conceptos tan vacíos como la Patria la iglesia o la protección de la propiedad privada. Sin embargo, dicen que es locura lo que me tiene así, Realizando un acto de inmolación extrema voluntaria, Dando mi vida por una causa que se supone ya está perdida de antemano. Aquellos que hacen eso no son parte del Ángel Gris Son parte de los Hijos del Olvido Que intentan hacernos creer que la única Posibilidad de salir adelante y de realizar un cambio Es comenzar a contar los muerto y es convertirlos en Números y hacer una aproximación epistemológica del dolor. Dicen que hay que comentar a contar los muertos, Convertirlos en números y hacer una Aproximación epistemológica del dolor, Y hacer una aproximación epistemológica del dolor. Y hasta que puedas separar el dolor De la herida que deja el sonido intenso Y las trampas para sangrar. Por más que quieras seguir fingiendo que todo esto ha sido bueno Y son sólo asesinos los que han arrojado al mar. Al mar, Al mar, Al mar, Al mar.