Un ramito de malvón En el fondo de la casa Sombra del sauce llorón Y el frío del invierno protegiéndonos. Sin pensarlo te deseé La primera vez para los dos Y en el muro de un cuartel Tus ojos incrustados en mí dibujé. Tu familia lo sabrán Todo lo que padecimos Solamente quedará El hijo de un vecino, un conocido más. La verdad nunca salió Ni tampoco una mentira fue En el barrio la estación Con la mirada cómplice de un cuidador. Cuanta tristeza Verte pasar Ya no estar en tu caminar Sin hablarnos de la soledad. Con el tiempo fuiste luz De las sombras de mi vida Peregrino con mi cruz Cruzando los desiertos de mi juventud. Me tuve que acostumbrar A tu mirada de resignación Cuanto puede soportar El corazón de un hombre sin poder amar. Cuanta tristeza Verte pasar Ya no estar en tu caminar Sin hablarnos de la soledad. Ya no estar en tu caminar...