Por más que el tiempo pasa No puedo olvidarla, Profunda es la pena Que lacera mi existir. Conviértanse en martirio Los días de mi vida Por la mujer querida Que fue mi adoración. Juanita se llamaba Mi amor mi idolatría, La única alegría Que reinaba en mi vivir. La muerte igual que siempre Ceñida en su anhelos, Se llevo mi consuelo, Mi amor, mi corazón. Conformidad le pido al redentor Para calmar mis penas Es tan intensa la desesperación Que quiere consumarme. En ese mismo instante Pienso en mi pobre hijita Se cree tan solita En este mundo cruel.[x2]