A través de las sombras de la noche en este silencioso mundo Levantamos nuestras voces Para cantar con tristeza en el funeral de un ángel. Como un ejército, Como príncipes de las potestades de los aires, Elevamos a los cielos nuestro blasfemo lamento, Desafiando a los dioses por nuestra mortal existencia. Lamento perpetuo que emerges del fondo de mi alma Todo lo que amo ahora perecerá en las llamas. Lamento perpetuo Que alimentas mi odio, Lamento perpetuo que emerges Del fondo de mi alma angustiada Desgarrándose entre la vida y la muerte. Quiero callar mis gritos pero en mi mente Se repite como un eco el mismo pensamiento ¡Moriré! ¡Moriré! Quiero callar mis gritos pero en mi mente Se repite como un eco el mismo pensamiento ¡Moriré! En el negro horizonte caen las horas, El silencio toma cuerpo emanando ecos y gemidos Que brotan de los cuatro picos de la tierra. Es la sinfonía de la muerte, Que se pasea en el antiguo universo, Y que proviene de mi alma angustiada Que toca los acordes de un órgano viejo, Rodeado de flores y velas de cera que dejará de sonar Solo cuando mi cuerpo, Perplejo y sin vida se encuentre colgado Ante el destino a ir al mundo del silencio. Lamento perpetuo Que alimentas las llamas de mi alma angustiada Desgarrándose entre la vida y la muerte.