Llega el otoño a Navarrés de nuevo, Va encaramándose a los olmos sobre el sendero, Llega en el viento que recorre los sembrados Y en el reloj del campanario estropeado. Llega el otoño a madurar los campos, Fluye por la canal y cuelga de los naranjos, Y a media tarde se adormece en el casino, Apura un vaso de vino Y abre un dominó. Llega el otoño para abrir la escuela, Le pone abrigo al sol y medias a las mozuelas, Llena de olor a pan caliente los tejados Y hace sonar un clarinete improvisado. Llega el otoño y se quedó dormido, Se nos perdió a los pies de algún nogal encendido, Dicen que se escondió para no ver Que está nevando desde ayer Y están de fiesta los chiquillos.