Una calle oscura, Un caminante que apura El cigarro que trae, Una teja que cae . . . Y una muerte en silencio. Una cima arriesgada, Alguien sobre la nada, Firmes los pies, Mira la hora que es . . . Y se lo lleva el viento. Sirenas, ajetreo, Se abre un tiroteo, Son diez contra dos, ¡ese niño, por Dios! No se ha apartado a tiempo. ¡Vaya con la vida! Tan enaltecida Y aún no sabe amar, O se deja engañar Sin ningún miramiento, Se detiene al azar Y se olvida al momento. Un cometa herido, A unos cables prendido, De alta tensión, Un ligero tirón . . . Y un crujido violento. Ruidos por la casa, "Baja a ver lo que pasa", Se atemorizó, A una sombra apuntó . . . Era su hijo sediento. Una niña se acerca Al agua de una alberca, Espejito mortal, Va a besar el cristal . . . Y se la traga el tiempo. ¡Vaya con la muerte! Cómo le divierte Jugar por jugar, Y de paso quebrar El envanecimiento De los hombres del mar Y los de tierra adentro.