Ella tenía un cargo superior En el templo de la diosa del placer Era habitué de la taberna de Platón Y muy amiga de Aristóteles Pero tuvo la desgracia de viajar En el tiempo y llegar al Uruguay actual Le llevó un rato la adaptación De sus habilidades a la situación Pero lo más difícil de aceptar Es el estatus de su ocupación Que servir a la deidad de la sensualidad No puede ser oficio Y mucho menos profesión Sacerdotisa de afrodita Devenida en trabajadora sexual Aunque lo promiscuo no la irrita No le gusta que a lo que hace Lo llamen trabajar Sacerdotisa de afrodita Devenida en trabajadora sexual Aunque lo promiscuo no la irrita No le gusta que a lo que hace Lo llamen Trabajar Y ahora deambula por el bulevar Desubicada regalando amor Buscando sin poder encontrar El templo de su antigua devoción Su economía se empezó a romper Porque no concibe remuneración Al ejercicio del culto al placer Que fuera su sagrada ocupación Sacerdotisa de afrodita Devenida en trabajadora sexual Aunque lo promiscuo no la irrita No le gusta que a lo que hace Lo llamen trabajar Sacerdotisa de afrodita Devenida en trabajadora sexual Aunque lo promiscuo no la irrita No le gusta que a lo que hace Lo llamen trabajar