Nuevamente se sentó a esperar A que el día termine, termine de llegar Y se dijo a sí mismo un poco sorprendido Que en alguna parte eso ya lo había leído Y fue así que asustado comprendió Que no hay forma que no pudiese relacionar Cualquier cosa que le pudiera pasar Con la más mediocre historia jamás vista En los peores anales de la literatura onanista Y entonces sonrió Ella estaba sola en el salón Perdiendo el tiempo, tirada en un sillón Sin que venga a cuento, francamente anonadada Sintió que tenía telarañas en el alma Suspiró, y en voz baja repitió Que las cosas pierden pronto su interés No hay sentido en que lo intente otra vez Las tres moiras están tan equivocadas Pues su trama hace tiempo que ha debido ser cortada O arrancada de raíz Lo peor que nos podía pasar No nos ha pasado, pero ya no tardará Mientras él hablaba, ella miraba y pensaba En la forma en que su cara Parecía un arma, y pensó Que esta vez tenía razón