Ajeno a carreras y bullicio Entre buses y edificios Un poeta anda en la calle Frenadas, insultos, bocinazos Va dejando tras su paso De semáforos no sabe Va tejiendo las palabras ciertas De un poema por parir La promesa de una cría nueva por venir Ajeno al mundano desconcierto Un poeta anda suelto Por otra dimensión va brincándole el alma Donde habita el amor, donde reina la calma Donde no hay polución, donde no hay estresados Donde aún la canción no la rige el Mercado Un día su práctica fue rota Una cruda palabrota Lo bajó al duro cemento Entonces se contempló y dio cuenta Que a su insólita existencia Le estaba sobrando el cuerpo Decidió dejarlo sin lamentos Una tarde otoñal Y un impulso libertario inmenso lo echó a volar Ajeno por fin al pavimento Un poeta se hace al viento