Dónde olvidaréis mis huesos Si hay cunetas a ambos lados de mis guerras Yo no tengo bando Aquí sois todos contra mí Un duelo a garrotazos Y otro amo al que servir Antorchas o banderas No las puedo distinguir No queda en pie una sola idea En esa escombrera moral A donde vais a coger las piedras Que lanzáis luego a los demás Como si se pudiese lavar La conciencia en la sangre ajena... Ni pan ni razón Tan sólo un fusil y mucha devoción bajo el brazo Llevando la bendición de vuestro señor No es el mío, yo no tengo dios ¿Dónde estabais cuando me asaltaba el terror Atrapado en la marejada De mi cama al ponerse el sol? Os lo digo: sólo estaba yo