Lo que cuentas, Lo he escuchado ya. No hay ni un solo verso original En tu gran epopeya sobre la verdad. Repites soflamas que no prenden más, Buscando alumbrarte en la oscuridad. Acaso ignorante, no sabes que La pólvora que usas no arde, Pues está empapada con la sangre, La sangre de aquellos que antes que tú Ya sabían cómo salvarnos Y acabaron por clavarnos a una cruz. En tu propia celda se te oye cantar, Tú crees que un himno, Cuando en realidad No es más que un eslogan manido Con el que llenar Tu cabeza de ruido. Tus principios son prestados. ¿Alguna vez has pensado que Tu filosofía cabe en un panfleto? De esos que escriben los futuros Siervos del terror Al líder supremo, Elevado al cielo A hombros de tontos iguales que tú. Si vienes aquí a predicar, Usa el ejemplo, No me leas el manual. Si vienes aquí a predicar, Usa el ejemplo y déjate, Déjate ya de ladrar.