Se despertó muy cerquita del mar Y escondió su dolor entre el viento y la sal, Se vistió de caracoles, listo para caminar. Al tropezar, fueron alas sus pies, Visión caleidoscopio, desde niño a a la vejez. En la mañana vio la noche y en el fin volvió a nacer. Hay segundos tan gigantes, Ahí es esconde se esconde la distancia Que hay entre tu planeta y el deseo De un corazón que fabrica energía Para sobrevivir. La línea del horizonte alcanzó, En la lluvia fue el trueno que nunca terminó. Dejó zumbando los oídos por los que escuchaba el sol. Una gaviota lo vino a buscar, Lo llevó por las estrellas hasta la orilla del mar. Sus tres ojos vieron el sueño que volvía a comenzar. ¿Quién decide cuándo es tarde? ¿Quién encendió la luz que no se apaga jamás? ¿Qué hay entre lo invisible y el deseo De un corazón que fabrica energía Para sobrevivir?