¡Pobre Cucú! Tienes que estar Siempre marcando, Siempre cantando En un mismo lugar. ¡Pobre Cucú! Debes de dar Siempre la hora, De día y de noche, Siempre sin descansar. Mientras adentro del reloj, Las ruedecillas al girar Con sus dientes de metal Muerden el tiempo sin cesar. ¡Pobre Cucú! Tienes que estar Siempre saliendo, Siempre entrando Y sin poder volar. ¡Pobre Cucú! Para cantar Sales nervioso y sin reposo Vuelves a penetrar... En tu prisión ¡Pobre Cucú! Con amargura Vives a oscuras Lejos del cielo azúl. Dentro del viejo gran reloj Largo el tiempo debe ser; Sin tener más distracción Que cumplir con tu deber. ¡Pobre Cucú! Tienes que estar Siempre saliendo, Siempre entrando Y sin poder volar.