La sexta copa en el Éufrates se vertió Para dar paso a las tropas de Dios Hacia un tablero de sangre y de destrucción Donde las tablas dejaron de ser una opción El destino fue quien decidió Que cielo e infierno lucharán En el Armagedón En aquel valle esperaba una humanidad Desesperada y dispuesta a luchar Contra el patán que acabó con su libertad Y asesinó a sus hermanos sin pestañear De repente el cielo se quebró, Padre espada en mano descendió Los masacró, terminó Con los hijos del ser Que no se sometió Y ha jugado a ser Dios Con el furor de las llamas Cubrió el paraíso y lo destruyó Hoy las almas van a despertar De la muerte para presenciar El juicio final Los masacró, terminó Con los hijos del ser Que no se sometió Y ha jugado a ser Dios Con el furor de las llamas Cubrió el paraíso y lo destruyó Los masacró, terminó Con los hijos del ser Que no se sometió Y ha jugado a ser Dios Con el furor de las llamas Cubrió el paraíso y lo destruyó