A veces sueñas demasiado Tanto que lo real no importa Sientes que los días te transportan Y te sientes solo Apagado como esta ciudad maldita Que te insista a suplicarles a quienes más te quitan Mis lágrimas se han secado Pagué por mis pecados errados en el pasado pero mírame Aquí sentado tan endeble y vulnerable Callado mientras dejo que el diablo me hable Me confunde, su voz me aturde y me abandono Solo si cierro mis ojos veo este trono que merezco Pero no lo tengo Jamás pondré mi alma en venta Prefiero ser feliz don nadie a ser leyenda muerta Camino lento y no tan atento aunque lo intento No me mata el odio ni el lamento Solo el tiempo que me arruga Como a un papel inservible En mares de irreversibles mares nado yo el impacible El niño sensible el chico travieso y malo Frágil carne y hueso moldeada al palo Pero vivo para contarlo y relatarlo Y sé que es tan fácil morir que tiemblo solo de pensarlo Pero ¿qué más da? Mejor nada que esta odisea Y si existe un más allá pues bienvenido sea Hoy estoy borroso y el cristal no está empañado Y es porque alguien se ha olvidado del príncipe destronado Que usa muñecos rotos y pinta sus sueños rotos En un mundo roto Quebrado por la angustia de otros Es la historia silenciosa que a gritos fue castigada Hoy miro entre mis manos y ¿qué encuentro? Nada (nada, nada) Todos tenemos una historia que debe ser contada Y guardamos un secreto del que nadie sabe nada Hablamos con la almohada pero no responde La verdad está ahí fuera Sí, pero se esconde Todos tenemos una historia que debe ser contada Y guardamos un secreto del que nadie sabe nada Hablamos con la almohada pero no responde La verdad está ahí fuera Sí, pero se esconde (Se esconde, se esconde, se esconde, se esconde Se esconde, se esconde, se esconde, se esconde Se esconde)