He decidido hacerlo, cruzar a pie el bosque Dejar atrás esta vida tan silenciosa Y así desciendo la cuesta, cubierta de follaje De ramas, hojas azules, inalcanzables Me siento tan diminuto a cada paso que avanzo Que ya ni sé si deba ni pueda atreverme a regresar Me siento tan confundido, no veo cielo ni estrellas Solo distingo una luz a lo lejos De pronto se abre una puerta y dentro de ella un hoyo Y entonces algo me empuja y siento que caigo Caigo sin fin... Despierto en un laberinto, un laberinto de celdas De celdas interminables como colmenas De pronto escucho zumbidos, zumbidos como de abejas Entonces se abre otra puerta y se acerca una de ellas Y empieza a hablar... ¿Quién eres tú, cómo llegaste aquí? Yo soy la abeja reina del bosque Vengo del monte, crucé a pie el bosque Perdí el rumbo, no soy abeja Luego la reina me dio un beso Y sentí mi cuerpo despertarse Al fin volé